Jair Bolsonaro atizó la crisis político-militar de su gobierno ordenando la remoción de los tres jefes de las Fuerzas Armadas. La decisión llegó en vísperas del 31 de marzo, cuando se cumplen 57 años del golpe de Estado que derrocó al presidente Joao Goulart. Por su parte, el flamante ministro de Defensa Braga Netto, afirmó que los brasileños deben «celebrar el movimiento del 31 de marzo de 1964». El internacionalista de Fundamentar Emilio Ordóñez lo analizó en AM 1330.
