Militares polacos reprimieron a un grupo de migrantes concentrado en la frontera entre Bielorrusa y Polonia que intentan ingresar a la Unión Europea. El Gobierno polaco cifra en entre 3.000 y 4.000 el número de migrantes, muchos de ellos kurdos iraquíes, acampados a lo largo de su frontera, aguantando temperaturas glaciales y bloqueados entre la presión de las fuerzas bielorrusas y la contención de los soldados polacos.
